ENSAYO


Nuestro objeto estético se encuentra en medio del caos de la cuidad, pero a medida que nos adentramos a este lugar vamos llegando a una dimensión completamente ajena de la que venimos. Estéticamente lo definiríamos como un objeto bello que al estar frente  a él, podemos admirar una  perfección y  nos transmite una serie de recuerdos, imágenes, sonidos, ideas, palabras que trascienden y nos perturban y en ocasiones te hace viajar a otros continentes donde esta arquitectura es tan común. Más exactamente en Francia con su estilo gótico medieval; Por esas razones produce una sensibilidad ante los sujetos que lo observan con gran admiración.
Sus jardines, adornados con hermosas fuentes y esculturas con un  aspecto antiguo, entre mezclas de lo precolombino y el estilo de la antigua Europa que si trascendemos en este lejano continente todavía se conservan el estilo antiguo y hermoso; flores, arbustos y árboles  destacan el interés por la similitud con los jardines franceses, nos comunica tranquilidad, a pesar de la tragedia y el dolor que se vivió allí en épocas anteriores, que a simple vista pensaríamos que fue en la época del medio evo ya que al verlo es como divisar aquellas películas basadas en esa época, con castillos, doncellas, nobleza, espadas, grandes batallas, pero para nuestra sorpresa fue construida hace 70 años, nada en comparación a aquella época.
Cada una de las pertenencias de los sujetos que habitaron el objeto estético como tal, siguen ubicadas allí, tal como las conservaron estos, todos estos objetos son una obra de arte, copias de pinturas famosas, esculturas en porcelana, mármol y bronce con una medida, una proporción y un orden impecable, colecciones de objetos traídos de cada país que visitaban, en resumen todas estas obras se convirtieron en fetiches para estos Sujetos estéticos.

Ahora nuestro objeto estético se ha convertido un fetiche, el del fetiche como obra de arte por sujetos sensibles en consecuencia de la sensibilidad que tenemos ante él, pues como nos afirma Katya “el objeto no es solo algo físico, el ser del objeto estético depende de la experiencia estética que el sujeto experimente”. Pero a su vez rompe con un miedo estético y es el miedo a lo inmoral ya que este lugar, que ya lo apreciamos como obra de arte gracias a la tragedia que invadió a los individuos que lo habitaron, donde más adelante hablaremos de ellos.
En este objeto estético se cumple el miedo a las impurezas cotidianas ante el vértigo de confrontar lo estético con lo cotidiano; el simple hecho de mantenerlo intacto a través del  tiempo, gracias a cuidados y restauraciones que le han hecho cuando ha sido necesario para evitar su deterioro.     

Así también se cumple con otro mito como lo es el mito del distanciamiento estético, no solo con las piezas si no también con el objeto como tal, pues el objeto cumple con varios metros cuadrados y para visualizar su apariencia, su belleza completa, debemos estar distantes y así  verlo todo detalladamente; pues entre más lejos mejor vemos y mas apreciamos.
Pensamos que en este objeto estético se cumple el mito de la actitud estética donde Katya Mandoki  afirma que  “el fenómeno estético es condutal en el sentido estricto y que adoptando la actitud correcta  producirá los efectos deseados” simplemente pensamos que al ver aquel objeto estético un sujeto sensible que vive en un lugar como  Medellín, incluso en nuestro país este lugar  sería un sinónimo de belleza, pues es algo que no es muy común;  mientras que sujetos sensibles que habitan un país Europeo que reina a su alrededor  objetos con mucha más sensibilidad más sublimes para ellos,  le darían un reconocimiento de fealdad a aquel objeto estético, advirtiendo que podría ser un pensamiento subjetivo.
Repasando un poco la historia de los sujetos estéticos que habitaron  el objeto años atrás; estos muy pudientes de Medellín en esa época, su historia causa cierto  tipo de melancolía al conocer el pasado que guarda el objeto estetico, pues para muchos resulta una ironía  saber  el amor que se tenían esta pareja de sujetos y a pesar de todas las buenas obras que hicieron por nuestra ciudad, resultaría en un mar de sufrimiento.
Su hija Isolda fue muy afortunada, pues nunca careció de amor, por el contrario, el gran cariño que le tenían sus padres era inimaginable  y a medida que caminamos a lo largo del lugar encontramos fotos de ella, ahora un sujeto estético. Percibimos que los sus padres hicieron todo lo posible por educarla  rigiéndose por una ley muy importante en la vida, la ley del amor.  Por esta razón vemos como Isolda los pocos años que alcanzo a vivir lo hizo como la protagonista de uno de esos cuentos que nos contaban antes de dormir cuando éramos unos niños.                                                                                                      
Y cuando recorremos cada rincón de este hermoso objeto estético, sentimos estar viviendo un cuento de esos, con la diferencia que esta historia no termina con un final feliz como todos los otros  “y vivieron felices para siempre”  ya que Isolda muere a la edad de 19 años.
Esta burbuja mágica tiene algo muy curioso y es que para ser una construcción antigua y con una historia de dolor tan grande, lo último que llegamos a sentir en el objeto estético  es miedo o angustia, por el contrario cada rincón tiene su propia historia y un sentido que son las que lo hacen único.
Dentro de otros malos momentos para estos sujetos esta también el secuestro de don Diego y que por obvias razones “doña benedikta” abandona el país.

Para terminar podemos ver el estilo Europeo en todos sus gustos, no solo por nuestro objeto estético sino también por sus costumbres, su gusto por la música clásica, especialmente por Beethoven; de quien tiene un par de esculturas en su sala; de esto deducimos que lo que hicieron  fue traerse una pequeña parte de Europa a Colombia.
 Sabemos que fueron sujetos de un gran estatus social, pero con un carisma y una humildad  inmensa a pesar del sufrimiento por el que pasaron gran parte de su vida, y con cada legado que dejaron en Medellín tenemos la experiencia de ver y sentir el gran corazón de estos sujetos.
La esencia de este objeto estético que estamos estudiando surge es de esa historia; esta es la esencia y la razón por la cual estamos estudiando nuestro objeto que solo creíamos posible en los cuentos de hadas.
Es una pena, que incluso ahora, pocos conozcan la existencia de el objeto estético tan maravilloso, que los increíbles  sujetos estético que lo habitaron dejaron  a disposición  de la cuidad con la intención de que fuese usado como Museo  y como  un lugar para el aprendizaje y esparcimiento cultural para sujetos sensibles de la localidad, de todas las edades, en el cual se hacen exposiciones, cursos de música y formación de arte.


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